viernes, 29 de agosto de 2008

EL HUMANISMO: CONFIANZA INCONDICIONAL

Humanismo:

Es una postura psicológica que defiende el respeto a la individualidad, antes de la sesión considerábamos que esto dificulta el proceso en un grupo porque creímos que sería imposible conciliar la diversidad.

Así mismo pensábamos que bajo el enfoque humanista era difícil llegar a conclusiones tajantes dentro de una clase ya que atentaríamos contra la opinión de aquellos que tuvieran un punto de vista diferente.

¿Qué hago “mío” del Paradigma Humanista?, en cuanto a los siguientes indicadores:

§ Maestro:
§ Ejemplo de vida, el mismo debe desarrollarse como persona para alcanzar un estado de congruencia entre lo que enseña y lo que vive.

§ Alumno:
Al igual que el docente tiene necesidades y es capaz de compartirlas, cada uno de ellos merece respeto a sus ideas y siempre tiene potencial de crecimiento. Es necesario considerar su etapa de desarrollo para entender sus necesidades apremiantes

§ Enseñanza:

Es una tarea compartida que vincula lo aprendido dentro y fuera del aula, parte de las experiencias de vida tanto del profesor como del alumno.

§ Aprendizaje:
Lo aprendido puede ser trasmitido a las demás personas con quienes se convive y el conocimiento teórico debe analizarse también en función de la ética y el desarrollo del ser humano en sociedad.

§ Estrategia Didáctica:
Las situaciones cotidianas personales y sociales son elementos impulsores hacia la reflexión y orientar a la persona hacia el perfeccionamiento de sus habilidades haciendo uso de las capacidades con las que cuenta de manera innata

§ Evaluación:
La autoevaluación puede ser enriquecedora siempre y cuando se trabaje con este enfoque durante todo el curso para que exista congruencia.

REFLEXIÓN FINAL:

El humanismo en educación parte de la premisa de que los seres humanos tenemos una naturaleza positiva por lo que merecemos confianza incondicional, esto hace que el clima dentro del aula se vuelva armónico y productivo porque cada sujeto se compromete y cree en los demás. Esta condición igualitaria redunda en que no hay una barrera entre docente y alumnos Por lo que el alumno es digno de confianza y capaz de autoevaluarse objetivamente. El humanismo propone el desarrollo del potencial humano en su máxima expresión no sólo en cuanto a conocimiento teórico, también práctico y ético.

Para que el aprendizaje sea eficaz el conocimiento debe ser compartido, ésta es la mejor estrategia ya que el contacto humano nos permite reconocernos en los demás

2 comentarios:

Rosario dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Rosario dijo...

Estas corrientes hasta ahora revisadas, y las que faltan, surgen de un contexto histórico que non se va a repetir.
Cuando surge el conductismo, el positivismo había tomado tal fuerza que quiso llevar la ciencia pura a todas las áreas del saber humano, por lo que la psicología, influída por esta corriente filosófica, pretendió validar sólo lo que fuera observable y medible. En este caso la conducta.
Cuando surge el humanismo, ¿qué pasa? Imaginemos el ambiente depresivo de la posguerra y la necesidad de reivindicar al hombre.
No dudo de sus aspectos positivos y de los que, en su momento, le dieron tanto valor a la psicoterapia y al ámbito educativo.
¿Qué requiere la educación de hoy?
Por supuesto, está el tema de las tecnologías, pero más allá, está el tema de que miles de millones están fuera del concierto que se han orquestado los más poderosos. ¿Habría algo que el humanismo aportara, de manera realista, para la inclusión? Creo que este concepto, inclusión, es algo que nos debe mover fuertemente como educadores el día de hoy.
¿una enseñanza tan individualizada, podrá mover lo que se necesita, o acabaría siendo un factor más de exclusión?
Lo dejo para pensar...